Cambio de planes.
Hemos recorrido ya el primer cuarto de la historia; aquí ocurrirá algo que transformará el deseo inicial del héroe, el que surgió con la oportunidad. Este nuevo cambio definirá el concepto de la historia, revelando la auténtica motivación del héroe. En este punto se crea (si la historia tiene gancho y es capaz de atraparnos) el deseo en la audiencia, que habrá conectado con el héroe y esperará que este consiga su objetivo al final del viaje.
Braveheart: los sueños del héroe se evaporan cuando los ingleses matan a su mujer. Este asesinato es el evento que dispara la acción y da lugar a una nueva situación.
FASE III: Progreso.
Durante el siguiente 25% de la historia, las acciones del héroe parecen llevarle por buen camino en la consecución de su objetivo final; todo marcha, es capaz de vencer todas las dificultades con las que se encuentra.
Braveheart: el fuego de la rebelión se extiende, primero al clan del héroe, después a clanes vecinos. La lucha contra los ingleses va adquiriendo proporciones mayores, pero el héroe y los suyos van venciendo en todas las batallas.
El punto de no retorno.
Más o menos hacia mitad de la historia se presenta la ocasión para que el héroe rechace la búsqueda: el sacrificio o los esfuerzos que se le piden son demasiado grandes, así que se presenta la ocasión para abandonar y volver a su mundo habitual, el que se nos presentó al comienzo de la historia. Sin embargo, un héroe es siempre un héroe, así que la decisión será quemar los barcos y seguir adelante, comprometiéndose con la búsqueda de su objetivo y rompiendo toda posibilidad de regresar al punto de partida en el futuro (tal vez regrese, pero algunas cosas habrán cambiado).
Braveheart: en nuestra historia, la vuelta al punto de partida es imposible (Murron está muerta, el héroe no puede recuperarla), pero Wallace sueña con ella y le confiesa su deseo de permanecer a su lado (la ocasión de rechazar su búsqueda adquiere aquí un carácter simbólico).
FASE IV: Los retos mayores.
Durante el siguiente 25% de la historia, y como resultado de la decisión de cruzar el umbral marcado por el punto de no retorno, el héroe llega a la fase en la que las dificultades se agudizan y los retos se vuelven más difíciles. Ahora el héroe tiene mucho más que perder en caso de fracasar. La tensión va creciendo durante esta fase, pues las circunstancias parecen alejarle de su objetivo, creando así mayor carga dramática.
Braveheart: la siguiente batalla a campo abierto contra los ingleses acaba con derrota para el héroe, algunos de sus aliados mueren en la pelea. Además descubre la traición de uno de sus principales aliados. Las dificultades van en aumento, los retos son cada vez mayores.
La derrota.
Con el 90% de la historia transcurrida, es el momento de que las cosas se pongan feas de verdad para nuestro héroe. Uso la cursiva para el nombre de este punto de la estructura, pues no es una derrota definitiva, tan solo un escollo, pero en este momento del relato, parece insalvable, un desastre definitivo que acabará con las posibilidades del héroe de alcanzar la cima.
Es el punto de máxima separación entre el héroe y su objetivo. Todo parece perdido. La audiencia se desespera (momento kleenex) ante el fracaso del protagonista. Entonces este deberá hacer un último esfuerzo, una apuesta al todo o nada para superar esta derrota.
Braveheart: los nobles traicionan al héroe y este cae prisionero de los ingleses.
FASE V: El gran sacrificio final.
El héroe lo arriesgará todo en una muestra sin precedentes de valor y fuerza para alcanzar al fin el objetivo, el deseo. En esta fase el grado de conflicto alcanza el punto álgido, el ritmo se acelera, la tensión es máxima hasta alcanzar el siguiente punto.
El climax.
Ocurrirá hacia el 90 y el 99% de la historia. Varios acontecimientos tendrán lugar en esta fase: el héroe supera el obstáculo más grande que encuentra en toda la historia, escoge o labra su propio destino sobreponiéndose a las circunstancias y resuelve por fin su motivación principal al alcanzar su deseo. El círculo se ha cerrado.
El climax puede tener lugar en cualquier punto de ese último 10% de la historia, según el tipo de relato que estemos presenciando; ese punto exacto dependerá del espacio necesario para la última fase.
Braveheart: tiene lugar el juicio y la posterior ejecución. En este caso, estamos ante un desenlace dramático, pues el héroe muere.
FASE VI: El desenlace.
Pocas historias terminan en el momento exacto en el que el héroe alcanza el objetivo. Tras el climax, todo vuelve a un ritmo más tranquilo y se presenta a la audiencia la nueva realidad del héroe, que, ha completado su viaje y ha logrado su objetivo.
Algunas historias requieren poca explicación una vez pasado el climax (Rocky, Matrix…), pues este deja la historia en su punto más alto, causando emoción o asombro en la audiencia; en ellas el climax tiene lugar muy cerca del final. Otras historias, sin embargo, necesitan ese pequeño hueco al final para revelar algo de información, cerrar la historia o aclarar hechos o eventos que, de no ser explicados, dejarían la historia sin concluir (Titanic, La vida es bella, Tomates verdes fritos…).
Braveheart: tras el climax (muerte del héroe gritando por la libertad), los últimos minutos nos muestran una nueva batalla, la de Bannockburn, tras la cual, Escocia al fin gana su independencia, lográndose así el sueño del héroe y quedando la historia cerrada y redonda.
Interesante análisis de la estructura literaria a través de películas muy conocidas. El viaje del héroe es, sin duda, uno de los recursos más importantes y usados del género de la fantasía épica (y también otros géneros).
Buen artículo. Saludos, David 🙂
Sí, no es exactamente el viaje del héroe, pero este análisis disecciona el desarrollo de la trama de una manera similar a como el viaje del héroe lo hace con la evolución del personaje a lo largo de una historia.
Gracias por tu comentario!