Con este singular título el simpar Santiago Posteguillo se aleja por un rato de las intrigas palaciegas y las grandes batallas de la antigüedad que tan buenos resultados le han dado y tan buenas horas nos han procurado a sus lectores. Se aleja de la antigüedad, como digo, pero no de la historia, pues a través de las páginas de esta entretenida lectura nos lleva a lo largo y ancho de los siglos para contarnos de manera breve, magistral y más que entretenida un montón de curiosidades relacionadas con la literatura. Desde la gestación del Frankenstein de Mary Shelley hasta la curiosa casualidad que hizo que la primera entrega de Harry Potter viera la luz como novela.
La literatura, a base de acumular vivencias y de aglutinar experiencias y más experiencias de escritores, editores y lectores, se ha convertido, con el paso de los siglos, en toda una factoría de anécdotas e historias y aunque sería imposible recoger todas ellas, Posteguillo hace aquí un esfuerzo por rescatar algunas y servírnoslas en un plato templado que, de buen seguro, será del gusto de cualquier comensal curioso.
¿Sabías de la teoría que defiende que Shakespeare no existió realmente? ¿O de los fracasos primerizos de Jane Austen? ¿Conocías el curioso evento de la muerte y la resurrección del famoso Sherlock Homes? Si tienes que responder a estas preguntas con un no, ya estás tardando en hincarle el diente a este libro.
Yo por mi parte estoy esperando ya a sumergirme en las páginas de La sangre de los libros, que sigue la misma estela.
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