Hoy todo huele a silencio.
El agua que arrastra hasta la piedras
una canción de color gris cansado.
Las nieblas que muerden los montes.
Varias aves que cantan desde inasibles rincones.
Un coche que pasa rasgando la bruma.
La lluvia que dibuja tristezas
sobre la piel del pantano.
Hoy el viento no es zarpazo;
no es ni siquiera caricia:
hoy es tan sólo un abismo,
amplio, callado, invisible.
Hoy la luz es portadora de nostalgias,
y se oxida un poco más con cada paso que se aleja.
Hoy todo huele a silencio.
Silencio: esa canción de nadie
que ya casi nunca escuchamos.
Fotografía: Guada Caulín
Que chulo tío, es mirar la foto y leer el texto y casi te mojas con la bruma!
Es el poder evocador de la palabra 😉