Nuevo microrrelato para el reto del blog de Lidia. Me gusta la sensación de sacarle tanto partido a tan solo 100 palabras.
La flecha había sido forjada, le contaron, en un lugar de leyenda: la caverna de las ascuas. Fuego y poder conformaban su cuerpo. Ningún escudo, ninguna armadura había bajo el cielo capaz de resistirse al impacto de su punta, ningún enemigo que pudiese sobrevivir si era alcanzado por ella. Convertiría a su dueño en el más letal de los arqueros.
Ismael maldijo una y cien veces tras revisar su carcaj: la había lanzado por error contra aquel corzo el día de antes.
¡Maldición! Tener al alcance de los dedos la gloria y ver como se esfuma por un error… muy buen microrrelato, David. Tiene un toque ácido al final, con sabor a comedia (se me ha escapado una risita), pero con regusto amargo, por sentir pena por Ismael.
Muchas gracias por participar en el reto un mes más.
Un abrazo 🙂
Es siempre un placer pasar por tu rinconcito virtual y dejar que las palabras se me caigan del bolsillo! 😉
[…] “Cacería” por David Esteban […]