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Mes: septiembre 2018

¿Qué tienen en común Gladiator, Caperucita Roja o El último mohicano? (I)

¿Qué tienen en común, por ejemplo, Gladiator, El rey león, La catedral del mar, Caperucita Roja o El último mohicano?

Después de leer este artículo lo sabrás, y tal vez, no vuelvas a ver una película con la estructura clásica con los mismos ojos.

El tema del que quiero hablar hoy se extenderá un poco, así que he decidido dividirlo en un par de entradas, ya sabes, porque a todos nos aburren los textos largos en Internet, y enseguida pasamos de leerlos enteros a no ser que nos atrapen desde la primera línea (yo también lo hago muchas veces, ¡claro!).

Bueno, vamos al turrón: muchas (muchísimas) de las historias que vemos o leemos en películas o en novelas siguen una misma estructura, la cual puede ser dividida en seis fases. Pero antes de pasar a analizarlos, recordaremos los tres elementos básicos de todas estas historias: el personaje principal, el deseo y el conflicto. Estos relatos nos muestran a un héroe (el personaje principal) que se enfrenta a varios obstáculos (desencadenantes del conflicto) en la búsqueda de su objetivo final (el deseo). A lo mejor no eres consciente de ello, pero has visto esta secuencia un millón de veces.

He tomado como ejemplo una película que casi todo el mundo ha visto: Braveheart. Iré analizándola a medida que describa las fases.

FASE I: La presentación.

Más o menos, el primer 10% de la historia (a partir de ahora usaré esta palabra para evitar repetir continuamente la película o novela) nos presenta al héroe en su entorno habitual y trata de establecer un vínculo simpático con la audiencia de la historia (de nuevo, diré audiencia para referirme al lector o telespectador), mostrándolo como simpático, recto, amable…

Braveheart: se nos presenta al héroe, William Wallace, en su niñez, y se nos relata la muerte de su padre y de su hermano en una batalla cuyo objetivo es mejorar las condiciones de vida de los aldeanos. Su tío llega a la adlea y se lo lleva con él. El héroe retornará varios años después a su hogar para retomar una existencia que quedó truncada por aquellos eventos.

La oportunidad.

Esta parte viene a ocupar otro 10% de la extensión del relato. Una vez presentados el héroe y su contexto, surge un cambio que transforma dicho contexto, que sirve de trampolín para el comienzo del viaje: una oportunidad que creará un deseo en el héroe. En ocasiones la oportunidad tendrá un carácter positivo, ofrecerá una posibilidad de mejora para el héroe, otras veces será un evento que lo arranque de su mundo habitual.

Braveheart: el héroe regresa y trata de recuperar la vida que habría llevado en la aldea de no haber muerto su padre. Allí se encuentra con Murron, a quien empieza a cortejar. Este encuentro sería la oportunidad (fíjate que esta oportunidad dirige la historia hacia una dirección totalmente diferente a la que acabará por tomar).

FASE II: La nueva situación.

Durante el siguiente 15% de la historia, el héroe tratará de adaptarse a la situación generada por la oportunidad: se aclimata a un nuevo contexto, conoce a los nuevos compañeros, trata de saber qué es lo que sucede a su alrededor, formula un plan para alcanzar su nueva meta…

A menudo esta fase aparece acompañada de un cambio a nivel geográfico o de contexto físico, cuando la oportunidad supone emprender un viaje para llegar a una nueva localización (La Odisea, El señor de los anillos, El mago de Oz…).

En muchas historias, el héroe entra en esta fase voluntariamente, deseoso de emprender el camino hacia el cambio, pero a medida que vayan surgiendo los problemas y los conflictos, se dará cuenta de que debe luchar contra ellos.

Braveheart: el héroe comienza una relación con Murron y se casan en secreto.

(Continuará la semana que viene en un nuevo post).
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El diablo no habita en los pequeños detalles

Dicen que el diablo habita en los pequeños detalles, pero nada de eso. Olvídate. El diablo habita en las conversaciones sobre literatura. Si no me crees, queda una tarde con cuatro amigos con los que compartas el amor por la lectura y sácales el tema de los libros, así, como quien no quiere la cosa. Media hora después, contagiados por la pasión del lector, estarán maldiciendo su hambre de páginas y el exceso de referencias.

Basta con abrir esa misma caja de Pandora que son las recomendaciones literarias para que el diablo haga su entrada a escena y le desbarajuste a uno los planes (planes de lectura, se entiende) a corto y medio plazo. Tras un título viene otro, y luego otro y otro más, intercalados con nombres de tal o cual autor, y luego uno se encuentra, al instante, en inferioridad de condiciones en esa batalla contra la palabra impresa. Una batalla que nunca podremos ganar.

Así que, permíteme un consejo: si estás a bien con ese ente abstracto al que llamamos tiempo, si más o menos te entiendes con él y con los estrechos límites que siempre nos impone, no quedes con amigos que amen la lectura, no compartas un café o unas cervezas con ellos, no saques, nunca, el tema de los libros… Porque inmediatamente tendrás tanto por leer que dejarás de estar a buenas con el tiempo, y, a buen seguro, el diablo te observará desde una distancia prudencial, regocijándose por el daño causado.

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El último puente a cruzar

Una manera muy interesante y entretenida de practicar nuestras habilidades literarias es la de participar en concursos por Internet.  Los hay de todos tipos y colores. En este caso, os traigo uno que he descubierto hace poco y que me ha gustado por su sencillez y originalidad. Se llama Escribir jugando, y lo he encontrado en el blog de Lidia Castro.

Tan solo hay que crear un poema o microrrelato de menos de 100 palabras relacionado con la imagen de un juego de mesa que nos propone Lidia. Aquí va mi aportación:

El último puente a cruzar


Ya mis días se agotan
ya el otoño me alcanza.
Aquí estoy, al fin, frente al ultimo puente.
A mi espalda, todo es pasado,
todo es recuerdo, olvido, nostalgia…
Como gemas sin brillo se tornan las vivencias,
se ha secado el tintero que alimentaba a mis noches.
Es tarde ya para sueños:
los que supieron cumplirse, forman parte del ayer,
los que no, son caminos viejos que el viento borró.
Solo me restan los últimos pasos.
Solo me queda este último puente.

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Los últimos. Voces de la Laponia española.

A lo largo de la vida, si uno desarrolla el sano hábito de la lectura, puede encontrarse con muchos, muchos libros. Algunos de ellos se olvidarán (casi) totalmente con el tiempo. Otros se recordarán con ternura o emoción. Otros, los menos, se clavarán en la memoria como un cuchillo que quebrase el hielo. Esos, son los indispensables, porque acaban formando parte de nosotros.

Quería dedicarle en este espacio unas palabras al libro del que quiero hablar hoy, por que para mí, sin duda, pertenece a la tercera categoría; como buen turolense, nacido y crecido en esta tierra de inviernos arduos e inmensidades desérticas (no tanto por la extensión como por las pocas almas que aún resisten en ellas), el tema de Los últimos, la despoblación, me toca de cerca, me hace temblar el alma, pero además, en cuanto leí las primeras líneas, supe, por la poesía que goteaba de ellas, que este libro me iba a enamorar. Y así fue.

A lo largo de las páginas, Paco Cerdà nos relata un viaje muy especial que realizó por la Serranía Celtibérica, un concepto cuyo eco resuena cada día un poco más fuerte, un espacio que engloba parte de las provincias de Teruel, Guadalajara, Cuenca, Segovia, Castellón, Valencia, La Rioja, Burgos, Soria y Zaragoza, en el cual los pueblos se secan como charcos al sol.

Arroja datos aquí y allá sobre la desoladora realidad poblacional de esta extensión, datos fruto del estudio concienzudo y de una rigurosa documentación, pero, lejos de quedarse en la frialdad estadística, recorre en sus páginas, a través de una prosa hermosísima que, como he dicho antes, rezuma poesía, muchas de las historias personales de algunos de estos Quijotes solitarios, estos locos necesarios cuyas raíces son más fuertes que todo el polvo del olvido, estos héroes de la soledad que, por diferentes razones, resisten aún en sus hogares. Lejos de todo y cerca de nada, protagonizando “una forma de vida que está apurando sus últimas fuerzas para escapar al ingrato destino que le depara el paso de una generación: sumir en el silencio lo que ahora es un murmullo mecido por la nostalgia. Es la melancolía que anticipa, como un lento y triste fado, la saludade por la soledad en ciernes”.

Otro de los puntos claves de este libro es la crudeza con la que el autor desmonta el cliché de la bucólica vida en un pueblecito, lejos del mundanal ruido. Nada de eso. Aquí se nos retrata la dureza de la soledad, de las puestas de sol sin compañía, del mordisco de los inviernos sin nada que hacer cuando son las seis y el día ha muerto.

Confieso, por otro lado, que, si como turolense el tema de la despoblación me pone el alma tierna, como maestro, el capítulo dedicado a las escuelas de pueblo que mueren por falta de pies infantiles que las llenen de ecos, me hizo llorar varias veces.

En definitiva, una obra que merece la pena, y mucho, leer y disfrutar, porque a pesar de la dureza de sus páginas, uno encuentra cierta esperanza difusa, cierto rayo de luz que alcanza a brillar entre tanto vacío y tanta desolación.

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Primeros pasos satisfactorios

Tras su publicación el pasado jueves día 30, Nieblas sobre Utara ha alcanzado unas posiciones bastante notables en los rankings de Amazon dentro de las publicaciones disponibles como descargas gratuitas.

Para comenzar, la novela se situó en el número 13 dentro del ranking general de todas las publicaciones gratuitas (es decir, categoría en la que se incluyen todas las obras, tanto de ficción como de no ficción).

Nieblas sobre Utara TOP 20 Amazon
Nieblas sobre Utara TOP 20 general

Pero la auténtica sorpresa me la llevé al comprobar que dentro de su categoría específica (en descargas gratuitas, no olvidemos el detalle, que es importante), la categoría de Fantasía épica, estuvo durante todo el viernes en el número 1.

Nieblas sobre Utara numero 1
Nieblas sobre Utara numero 1 en Amazon

A decir verdad, ignoro los números con los que suelen arrancar otras obras de autores que se mueven en las mismas líneas que yo (autopublicados, primeras obras…), e imagino que ahora toca el choque contra la realidad, cuando la novela pase a ser de pago, pero quiero pensar que, como recién llegado a este mundillo, los números no podrían irme mucho mejor.

Una vez más: gracias a todos por vuestras compras y descargas.

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